EL ASOMBRO

El paseo del domingo por la cresta empinada del final del valle, fue precioso… Una cierva cansada y despistada nos acompañaba a cierta distancia, y los niños seguían su rastro, mientras ella no se asustaba.
Las ruinas de un caserón en mitad del bosque, me hicieron soñar con esa otra vida dedicada a la naturaleza, a los animales, a la leña, como aquel pastor  del belén que poníamos en casa de tu madre.  Pero los días pasan y otra vez los chicos malos se rieron del niño cojo… Le pegaban empujones y tortazos en la cabeza, y nadie, nadie, se atrevió a defenderle.
Cinco o seis lavanderas blancas bailaban en la hierba con su cola para arriba y para abajo, picando el suelo, con la suerte de insectos y arenas.
Al entrar en casa de tu padre, fuiste recogiendo los dolores y por esa ventana que ventilas tanto, los lanzaste  a la calle.
Dentro de poco será tu cumpleaños, mi regalo será ir a verte, si puedo todos los días.
Sino miraré al cielo que está por detrás de las ramas de  los árboles en invierno, y al menos te veré allí, mirando a lo lejos esperando a que yo llegue.

19-12-2015

EL CAMPO DE CARDOS

El día que fui a buscarte después del partido, entré sin saber por qué  en ese campo lleno de cardos y espinos. Me acurruqué y la banda de jilgueros no se asustó y siguieron comiendo como si nada. Uno se acercó y se posó en mi pelo, como buscando un buen lugar para hacer el nido.
El granero está lleno.
A veces las pequeñas alegrías aparecen  cuando más las necesitas. Reconocer que has hecho algo mal cuesta y nadie va a pedir perdón. Se camina por la vida con rutinas viejas y hasta el rol de sincero es una gran mentira.
Los niños que huyen de la guerra se ahogan antes de llegar a la isla.
Nos obcecamos en lo que queremos y somos sordos a los claros consejos del otro…
El pequeño pájaro sigue por mi cabeza y la bandada es de unos 50 o más. De repente un cernícalo sobre vuela el campo y la banda se espanta cantando por el aire.
Por la noche y en la terraza la luz es como de día.
Te cojo el brazo, la cintura, tus senos, mi mano se  enreda en tu pelo…

29-01-2016

EL GALILEO TORPE

Tan tan ocupado, que no puedo encontrarte. Solo nos vimos un momento aquel día que el sol pegaba sobre el ladrillo rojo de la casa de la terraza. En la calle no había nadie. El autobús urbano y el alboroto de los pájaros emparejándose. Luego frente al hombre elegante me calle y no dije nada. Lo que todo el mundo sabe es mejor no repetirlo.  Estas ganando en lucidez pero las dudas no desaparecen. Tirado en una cama del gran supermercado, te dormiste tranquilamente, sin soñar, sin dar vueltas a lo de siempre, tan solo parecía descanso. El mes más largo ya ha acabado, y en casa ahora empieza todo. Con colchones nuevos y sin la gotera marrón. Con las cuatro crías de cardelinas que se escurren por debajo del sofá, llamando intensamente a sus padres adoptivos. También subió la abuela por sorpresa con 4 tiestos de flores africanas.

Tomar todo lo que tengo, mi espacio, mi tiempo, mi piel de sapo. He recobrado la confianza. Hoy os hablaré en vuestro idioma.

Harrreger carnuuun sup.

03/06/2014

EL ÚLTIMO JORNALERO

A pesar de tenerlo todo te crees que no te lo mereces. Las hojas de los chopos han caído y en el fondo de la piscina aparecen conchas negras. Los días festivos pasan tristes cuando no estás. Te escurres de mis manos y para cuando me quiero dar cuenta, tu piel de pinchos se clava en el muñeco de trapo. El cielo está gris y hay humedad en el tejado. Los mensajes de alegría y de besos, de abrazos, de amor eterno, de cariño inmundo, de veneración y alabanza general, son recibidos en el móvil y sus efectos son catastróficos. Todos se quieren menos yo, todos se preocupan menos yo, todos hablan menos yo. Me imagino empujando la gran piedra cuadrada cuesta arriba como los grandes bueyes que casi no pueden. Al coger tu mano te dije mis murmullos al oído. La verdad no se pretende. La verdad brota como el nacedero turquesa, fuerte e inesperado. Ya tengo algo para poner delante de ti, para re emblandecer mi corazón de piedra. Otro puente de cuerdas para cruzar de noche.

Diciembre 2015

Flores lilas

Casi al salir de la autopista, un campo de flores lilas nos dijo hola, en el arcén aplastada una culebra gigante y dentro del Renault azul reinaba la calma.
En la playa la perra negra y elegante nos insultaba a base de ladridos y saltos de energía. La playa vacía.
Las calles vacías.
Dentro, el tronco ardía muy lento, lo contrario que tu libro que no paraba de pasar hojas. Un buen lugar para no hacer mucho.
Ni siquiera cuestionarse una vez más la gracia.
Hemos dormido bien.
Voy a ser más generoso.
Como lo eres tú de vez en cuando, cuando sueltas la pasta alegremente.
La arena entre los dedos llegó de nuevo a casa, al parquet de pino naranja y crujiente. Donde ahora empieza todo.
En el fondo de mi suena la guitarra.
Como el mirlo madrugador que nos levantaba cada día.
Las canciones van y vienen.
Que malo saberlo todo, que malo tener de todo…

Abril 2010

LA CATEDRAL

En la visita a la catedral el señor que preguntaba todo,  a punto estuvo de caerse desde la torre mayor. Tu andabas sigilosa y conforme nos adentrábamos tu figura era más bella, tu piel de madera tallada, tu sepulcro y la forja en hierro de tantos años te daba el poso de la historia. Mis rodillas flaqueaban.
El papamoscas era el nuevo inquilino del atrio. Y en un dintel los dragones dibujados que nunca existieron, ahora despacio se estaban despertando. A mí alrededor el dolor y los traumas imposibles se acrecientan y solo en tí mi cabeza descansa. Me da igual tu estatus y tu riqueza, tu verdad es lo que me  importa, porque la mía es mentira y la luz de la mañana es a menudo de noche. También ruge la manada de lobos que anda suelta en la ciudad. Comen carne, niños y no hay nada que hacer con ellos. Solo los besos, el peinado, y el juego como cuando tirados hacíamos casitas de madera, os salvará. Sólo tú. Solo el pescador y su fragancia.

28-08-2014

LA CHICA PROFUNDA

En medio de la calle había un tufo horrible y aunque se podía esquivar, muchos pisaban el gran charco de mierda que apareció de pronto. La mierda fue por las casas, ensuciando con los zapatos las alfombras afganas. Y a  los coches, donde los educados ocupantes no hablaban del olor asqueroso, ni de la mierda pegada en los talones. Te vi en el funeral de esa chica, pero no cantamos tu canción.

Yo sé que resucitaste y no en las mariposas como dijo el maestro yoga.

Solo tú, aquella chica que desde pequeña entendía todo. Aquella joven buscadora y de cara limpia. Rápida, elegante, silvestre y atenta. (Petirrojo,carbonero, herrerillo y pinzón). Desenmascaras las hojas hasta llegar  al fondo. Y el fondo no es otra cosa, que negarse, que pedir perdón, que clamar como el maestro pitigrilli, a la circunstancia atenuante de ser hombre. Pero tu sonrisa volverá a llenar toda la casa y la biblioteca entera y el lejano y claro lugar donde se fue aquella amiga.  Donde te conocen tan bien y te quieren tanto. Donde te espero cada día para verte desnuda caminar por casa,  llena de gozo, llena de fuerza, la justa para acabar el día. Para dejar tu cuerpo vacío como el frasco de perfume de lilas en los pies del mendigo-señor.

17-09-2015

LA SILLA PLEGABLE

Me ha venido bien lo que me dijiste…
El algodón de los chopos cae lentamente y por la tarde sentados en el banco ordenamos los cajones de la mente.
Tu mirada cura.
El pequeño camachuelo se ha quedado sin hermanos.
Las rencillas de junio llaman a la puerta.
En el monte  las flores están tan altas que tapan el camino que baja al río.
Tus amigos te han perdonado.
Las protestas siguen en la calle y el pintor se encerró en su cuarto.
Todo está hecho ya.
Todo tan fácil.
Todo tan rápido.
¿Para qué quiero aprender lo que tú enseñas si al final no tengo fuerzas para nada?
Hacer una tarea, plantar lechugas, limpiar la huerta. Dormir de tirón. No acordarme de nada más.
La casa nueva tendrá un sitio para ti.
Junto al jaulón y las gallinas.
Junto al porche y el columpio.
Junto al trozo de barco que nos trajimos de la playa.
Junto a los tesoros y restos de palos y cuerdas y el tubo roto de la fuente del océano.
Junto a las imágenes inolvidables que nos traemos de allá a dónde vamos.
Juntos, con pan y piñones  y tu silla plegable azul.

Junio 2013

TU

Dicen que me conoces perfectamente,
Que estas orgulloso de todo lo que hago.
Que te gusta cuando miro arriba,
Y cuando meto la mano al rio y saco un tritón malherido.
Dicen que te alegras, cuando con los dedos, dibujo tu cara en las paredes de la calle.
Que me esperas cada día en la silla que hay al lado de mi cama.
Dicen que te gusta verme como levanto los brazos, para espantar, al carnero  que ataca, allá  en el monte.
Cuando le  grito vete, lejos, olvídate de nosotros.
Dicen que también sonríes cuando paso por el circo, Cuando hago el payaso subido a una escalera o barriendo los caminos con un plumero.
Dicen que sabes hablar….¿?

¿No serás tú ese que con la mano me acaricia el pelo?

Septiembre 2010